¿Se la está comiendo?
Cuando se oye a Chávez hablar del desempeño de su administración y alabar la gestión de su gabinete ministerial uno se pregunta automáticamente: ¿qué pensará el presidente de su gobierno?
En una conclusión adelantada, uno tiene que
convencerse de que Hugo piensa que se la está comiendo. Que el país nunca había
estado tan bien. Que los venezolanos se alimentan de lo mejor. Que se puede
salir a la calle sin temor a ser atracado y/o asesinado. Que se puede ir al
mercado y conseguir de todo y barato. Que al pueblo le sobra el dinero y puede
hasta ahorrar. Que las empresas estatizadas funcionan como nunca antes. Que la
calidad de vida de los venezolanos es tan buena que podemos regalar dinero a todo
país que a él le parezca.
De ahí que felicite a sus ministros, que
ratifique a Giordani quien no puede contener el llanto al enterarse de que no
está raspado. Que atornille a su ministro de interior y justicia a quien ha
tenido que quitarle funciones creando un nuevo ministerio para ver si pega una.
¿Se la está comiendo? ¿O es cinismo,
desparpajo, irrespeto al mínimo sentido común del pueblo al que le debe
respeto? ¿O es más bien que sus estándares de calidad son muy bajos y por lo
tanto, si uno de sus ministros respira y aplaude ya es suficiente?
¿Se la está comiendo? ¿O es que no sabe que
Caracas se ha convertido durante su gestión en una de las ciudades más
peligrosas del planeta? Que en Venezuela mueren más personas al año que en
muchos países que sufren de conflictos abiertos. Que no hay una política de su
gobierno seriamente dirigida a erradicar el problema de la delincuencia.
Imagínese presidente cómo será el problema de la criminalidad en Venezuela que
cualquier funcionario público con más o menos algún nivel tiene al menos chofer
y guarda espaldas. Eso sin mencionar los que trancas calles, avenidas y
autopistas para que ellos puedan circular con tranquilidad y rapidez.
¿Se la está comiendo? No creo que a pesar de su
enfermedad no se haya enterado del problema de la cárcel de El Rodeo. Que no
sepa que el sistema carcelario venezolano es una verdadera vergüenza. Que las
políticas en esta materia no se limitan a crear un ministerio y nombrar a una
amenazante ministra para que lo administre.
¿Se la está comiendo? El presidente debe saber
que muy frecuentemente un motorizado es asesinado para quitarle su medio de
trabajo porque los repuestos de las motos no se consiguen. Que los talleres no
encuentran piezas para reparar vehículos. Que el sector industrial sufre por la
falta de refacciones para sus equipos.
¿Se la está comiendo? A estas alturas del juego
el presidente debe saber que el control de cambio es una denuncia de la
precaria calidad de su política económica. Que esa práctica primitiva incentiva
el crecimiento desproporcionado de los precios, genera escasez y por sus
propios procedimientos incrementa de forma brutal el costo de los productos. No
en balde un vehículo pequeño puede costar quince mil dólares en otros países y
cuarenta mil aquí. El mantenimiento obcecado del control de cambio y ahora de
los controles de precio solo vuelve a poner de manifiesto que en su gobierno no
hay un solo funcionario que sepa algo de economía.
¿Se la está comiendo? Explíquenos bien señor
presidente por qué no hay la electricidad que los venezolanos necesitan para
tener la calidad de vida que demanda el vivir en estas latitudes cercanas al
trópico. Díganos por qué los planes de
electricidad no se continuaron y hoy tenemos que vivir con la bobalicona excusa
de que la demanda subió demasiado. Eso quiere decir que cuando comenzaron a
aplicar las políticas no sabían que iba a haber un incremento de la demanda
eléctrica producto del crecimiento vegetativo de la población y de la
incorporación de sectores de la población a mayores niveles de consumo. De ahí
presidente que usted necesite urgentemente para su gabinete alguien que sepa de
planificación.
Bueno perdón. Necesita quien sepa de
planificación, quien sepa de economía, quien sepa de seguridad ciudadana, quien
sepa de cárceles, quien sepa de salud, quien sepa de educación en todos sus
niveles y pare usted de contar.
Porque a decir verdad señor presidente, no se
la está comiendo. Usted conduce uno de los peores gobiernos que conoce la
historia patria. La incompetencia de quienes le rodean lo que hace es poner de
bulto su propia ignorancia de la forma como debe conducirse un país.
Un país no se dirige a fuerza de consignas y
etiquetas. Ni alertando contra enemigos reales o imaginarios. Se conduce con
base en metas y objetivos claros. Con planes bien detallados que permitan
alcanzar la visión que del país usted tiene es su mente. Se puede decir
categóricamente que eso no se está haciendo.
Por lo tanto presidente la próxima campaña no
va a ser sobre si la tarjeta es de unidad o única, si se llama MUD o MUS y
todas las descalificaciones que a usted y a sus adláteres se les pueda ocurrir.
Le tengo la pésima noticia de que la campaña presidencial girará alrededor de
exponer una de las peores gestiones presidenciales que ser alguno pueda
recordar en nuestro país. Y por supuesto hacer ver que la responsabilidad de
esa precaria gestión es solamente suya. La suerte está echada.
José Vicente Carrasquero A.
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