Dictadura moribunda...
Si analizamos todos los regímenes dictatoriales, en sus postrimerías, tienen elementos comunes: 1. Cometen las peores violaciones a DDHH y al ordenamiento jurídico. 2. Amenazan e intimidan a la población con fuerzas represivas para tratar de neutralizar movimientos de masas. 3. Son objeto de procesos internacionales que ya no pueden, ni que quieran, dejarlos actuar de espaldas a convenciones legales. 4. Comienzan los funcionarios o exfuncionarios de alta jerarquía a abandonarlos e incluso a colaborar con instancias internacionales para tratar de salvarse. Estos elementos están presentes en nuestro país... Pero hay otros indicios preocupantes que consisten en acciones desesperadas, caóticas, de la población, que pueden terminar en anarquía y violencia que, Paradójicamente, oxigenan al sátrapa para justificar más violencia o salir exiliado como víctima, sin entregar cuentas y eludiendo la justicia de su patria aduciendo desde el exterior que no tendrá un juicio justo. Es por esto que A. Todas las acciones que parecían pérdida de tiempo ante instancias internacionales toman un valor vital para hacer justicia. B Por más desprestigiados y por dudas acerca de sus actuaciones, los partidos políticos de oposición tienen un deber, una obligación, de canalizar el descontento y procurar que su peso específico incline la balanza de los acontecimientos hacia donde se requiere del lado correcto, a su favor y no dejando se desboquen dándole excusas a los esbirros capaces de las más bárbaras y atroces acciones. Esperemos que quienes se dicen líderes y a quienes hemos permitido liderar el movimiento opositor tengan plena compresión y talante que exige el momento.
José Moros
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