¿Qué nos depara el futuro?

Por: Charles Pasquier
@PasquierCharles
República: Del latín res publica (“cosa pública”), la república es una forma de organización del Estado. En la república, la máxima autoridad cumple funciones por un tiempo determinado y es elegida por los ciudadanos, ya sea de manera directa o a través del Parlamento (cuyos integrantes también son elegidos por la población).
¿A qué nos comprometemos TODOS los venezolanos una vez restaurado el estado de derecho y la democracia plena?
Siempre me opuse y me molestó el simplismo de muchos analistas, que nos encasillaban a los venezolanos como un pueblo conformista y cobarde. Como si los hechos de abril del 2002 y previos a éstos, no los hubiésemos producido los venezolanos de ese entonces.
¿Qué ocurrió luego que el pueblo puso todo cuanto estuvo a su alcance para sacudirse esa forma de gobierno que Chávez trataba de imponernos? Sudor, lágrimas y sangre, en ese orden. Pero lo logramos. Solo que la dirigencia política y la alta oficialidad militar  no estuvo a la altura de su pueblo.
Todo el sacrificio terminó en agendas ocultas, caos e improvisación de quienes estaban llamados a hacer lo que les correspondía y que no sólo mancilló ese legado del pueblo, de manera práctica nos costó 15 años más de chavismo. Así que dejémonos de estar etiquetando nuestro gentilicio con semejantes e insultantes adjetivos.
“La oportunidad la pintan calva” reza el popular dicho, y nuestra dirigencia la desaprovechó, no así Chávez, quien aplicó las recetas de Fidel y le funcionó hasta su último día.

Henos aquí 15 abriles después. Y el preámbulo que presenté, lo hice porque no estoy dispuesto a volver a ser tonto útil, me creo con autoridad moral para hacer preguntas y que me expliquen: ¿Exactamente qué tienen en mente esos dirigentes políticos una vez volvamos al cauce democrático?
Existen suficientes y fundamentados estudios o diagnósticos acerca de cuáles son los problemas prioritarios del país: Seguridad (ciudadana y jurídica); Salud; Alimentación; Vivienda; Empleo; Escasez; Inflación; empleo…
Entonces repito la pregunta: ¿A qué nos comprometemos TODOS los venezolanos una vez restaurado el estado de derecho y la democracia plena?
Para afrontar y solucionar estos problemas:
·       ¿Qué se va a hacer?
·       ¿Cómo se va a hacer?
·       ¿Quiénes lo van a hacer?
·       ¿Cuándo lo van a hacer?
·       ¿Cuánto dinero se requiere?
·       ¿De dónde van a sacar los recursos (todos) que se necesitarán?
·       ¿Qué sistema de contraloría y rendición de cuentas se va a instaurar para evitar corruptelas y desvíos, amén de retardos y poca efectividad?
Las tareas que se avecinan no son a corto plazo, por lo que cuando se acabe la luna de miel y comiencen las contiendas por el poder típicas de cualquier democracia. Previamente debe existir un acuerdo acerca de las líneas estratégicas para producir estas soluciones como política de Estado y no como ocurrencias o antojos de un partido de gobierno. Con la consecuente falta de continuidad. Es decir, gobierne quien gobierne, se deben mantener esas soluciones.
Si tomamos como ejemplo uno de esos problemas como lo es La inseguridad, tenemos:
Sistema Judicial  e instituciones policiales:
1.     Jueces y fiscales provisionales.
2.     Instituciones policiales corrompidas, desprestigiadas, minadas de activistas políticos y con funcionarios formados bajo una doctrina ideológica antes que en capacitación profesional especializada en su materia.
3.     Pésima e insuficiente infraestructura y equipamiento acordes a las necesidades.
4.     Presupuestos incapaces de satisfacer todas las necesidades de mantenimiento, operación y logística, más un adecuado paquete socio económico para los funcionarios: Se requiere excelente sueldo, Seguros médicos extensivos a sus familiares, facilidades para adquisición de viviendas, vehículos, becas de estudio para ellos y sus hijos, por decir lo menos. Sólo así se alejan de la tentación de la corrupción al disponer de carreras estables y beneficios competitivos a la altura de empresas privadas de primer nivel.
5.     Insuficientes funcionarios para las cargas de trabajo y necesidades actuales.
La idea es crear un balance positivo entre lo cualitativo y lo cuantitativo  
Sistema Penitenciario:
1.   Población carcelaria no clasificada (Procesados/penados/tipo de delito).
2.   Ninguna política de reeducación (Objeto de la pena): El reo no hace nada más que aprender a delinquir y a odiar producto del hacinamiento y el maltrato permanente, que le niega su condición humana. No hay una estrategia que determine qué va a hacer el reo durante su permanencia en la cárcel:
2.1.  Estudios formales (desde básico a superior).
2.2.  Práctica de deportes.
2.3.  Oportunidades de desarrollar aptitudes artísticas.
2.4.  Disponer de un empleo productivo que haga autosustentable el mantenimiento de parte de las necesidades de la institución.
3. Insuficiencia o inexistencia de seguridad electrónica (CCTV, Controles de Acceso, Sensores, Alarmas, Escáneres) que permita el efectivo control de las actividades en el perímetro externo y dentro de las instalaciones.
4. Presupuestos incapaces de satisfacer todas las necesidades de mantenimiento, operación y logística, más un adecuado paquete socio económico para los funcionarios: Se requiere excelente sueldo, Seguros médicos extensivos a sus familiares, facilidades para adquisición de viviendas, vehículos, becas de estudio para ellos y sus hijos, por decir lo menos. Sólo así se alejan de la tentación de la corrupción al disponer de carreras estables y beneficios competitivos a la altura de empresas privadas de primer nivel.
5.  Insuficientes funcionarios para las cargas de trabajo y necesidades actuales.
6. Insuficientes instalaciones penitenciarias por región, construidas en base a las necesidades actuales. Su construcción permitiría ofrecer empleos en diferentes áreas a diferentes personas y motorizaría la economía local.
7. Medios de transporte que garanticen el traslado en las horas y fechas establecidas hacia/desde los tribunales, evitándose por esta causa cualquier retardo procesal.
Hoy en día, un preso vive en un inframundo donde el hacinamiento, la degradación de su condición, el sometimiento a un sistema impuesto por el terror donde los mismos delincuentes que pagan pena son los encargados de asignarle dónde duerme, qué come, quién le protege y cuánto cuesta cada cosa.
Una persona que no hace nada todo el día, más que llenarse de odio y adaptarse a ese infierno, difícilmente saldrá “reeducado” y apto para reinsertarse en la sociedad para cumplir las normas de convivencia.
Prevención del delito:
Una de las fallas más garrafales de nuestra sociedad es que  no hemos logrado superar tan grandes desigualdades en cuanto a condiciones y oportunidades para la satisfacción de necesidades que permitan alcanzar el desarrollo de cada ciudadano.
Es imposible lograr una sociedad justa, al menos estable, mientras existan personas dedicadas a sobrevivir, tanto por estar expuestos a inseguridad personal, como por carencias de alimentos, medicinas, solo por comentar sobre este tema.
Vivir en un barrio no tiene por qué ser una sentencia acerca del futuro de sus habitantes, ya que con políticas acertadas, se puede lograr poner al alcance de ellos esas condiciones y oportunidades.
¿Qué cosas no existen en nuestros barrios?
Calles pavimentadas, alumbrado público, Red de cloacas, agua potable, transporte público.
Planes de mejoramiento de viviendas adaptados a las necesidades de cada familia.
Una infraestructura con mobiliario, vehículos, presupuesto y empleados suficientes solo para ese sector:
·       Dispensario para atención de medicina primaria, con ambulancia
·       Servicio auxiliar de prefectura.
·       Puesto policial.
·       Puesto de bomberos.
·       Salón comunal donde se dicten cursos como: corte y costura, Carpintería, electricidad, plomería, latonería y pintura. Práctica de deportes, pastelería, desarrollo de artes…
·       Una vez capacitada la gente, acceso a microcréditos que faciliten el emprendimiento de sus actividades en servicio a su comunidad. Eso mejora la economía del barrio y garantiza el acceso oportuno y cercano a productos y servicios  a costos solidarios.
De esto tenemos, primero, gente empoderada para valerse por sí misma, provista de recursos para cambiar sus vidas, jóvenes cuyo tiempo de ocio se dedica a la práctica de algún deporte o desarrollo de alguna inclinación hacia el arte. Es decir, se sustraen factores de la ecuación que produce delincuencia. Por otra parte, Si los funcionarios policiales asignados, son suficientes, se dedican a establecer nexos con su comunidad, la recorren. Apoyan con su presencia la minimización de hechos delictivos. 
Trabajo policial:
Con una policía formada, equipada, cohesionada. Se pueden lograr éxitos como el de Rudlph Giuliani, cuando nadie creía posible controlar y minimizar los índices delictivos de una ciudad tan compleja como Nueva York.
Hacer inteligencia para identificar delincuentes, ubicarlos, determinar sus métodos de operación, para planificar y ejecutar acciones que pongan a las órdenes de los tribunales esos malhechores.
Una vez saneado un sector, destacar permanentemente efectivos policiales, tal como fue descrito en el aparte anterior.
El descuido a la labor de inteligencia ha sido sumamente grave, pues un solo agente de inteligencia puede lograr ser más efectivo que cien policías uniformados, pues éste se infiltra en las organizaciones delictivas para desarticularlas desde adentro y asegurando la ubicación de pruebas que sustenten un caso penal.
Parte del error es la mezcla en una misma instalación de funcionarios dedicados a policía abierta con los que hacen inteligencia.
El trabajo de inteligencia, la identidad de sus funcionarios, debe ser secreto, incluso para otros policías. Un efectivo de inteligencia no debe participar en operativos ya que su labor es buscar y procesar informaciones dentro de su línea de investigación encubierta.
Por ejemplo, las bandas organizadas que operan a sus anchas, con tantos individuos que se llaman Mega Bandas. Que disponen de armas y municiones que superan las de la policía. Los PRANES, figuras siniestras que son todopoderosos, que controlan fiscales, jueces y policías. Todo esto es imposible de neutralizar sin inteligencia. Pero tampoco se puede hacer inteligencia si quien la hace no cuenta con la protección de su identidad.
    
En cuanto a policía uniformada, los horarios de 24 horas continuas son contraproducentes, ya que el nivel de alerta que requiere un efectivo policial, teniendo en cuenta el estrés de patrullar largas horas en medio del tráfico, el calor, sentirse en riesgo… Obligan a replantear turnos de 8 horas. Cuestión que se ha tratado, pero su fracaso se debió a varias razones:
1. Al trabajar turnos de 24 x 48 horas, se reduce el costo de pasaje, cuando el sueldo es insuficiente, esto pesa.
2. Durante esas 48 horas libres se dedican a otra actividad en vista de su insuficiente salario, teniendo entonces un hombre cansado al reportarse a trabajar ya que no descansa nada.
Además, luego de 8 horas de trabajo, la capacidad de reacción decrece, lo cual es peligroso tanto para el funcionario como para la ciudadanía a quien sirve y protege.
Si se dispone de suficientes funcionarios y unidades, la presencia policial sectorizada debe ser 24/7, logrando así el control y respuesta en ocasión de actividades delictivas.
Factores críticos: Insuficiencia de vehículos, carencia de mantenimiento preventivo de los pocos que existen, insuficientes y deficientes equipos de comunicación y monitoreo de unidades. Falta de reentrenamiento táctico  y teórico que mantenga altas las aptitudes de los funcionarios.
En materia de Investigación Criminal, las necesidades cuantitativas y operativas no son muy diferentes a las de la policía uniformada. Sin embargo, el perfil del investigador criminal ha sido desvirtuado debido a razones de apariencia, es decir, tener unidades del CICPC rotuladas, funcionarios uniformados, dan una sensación de presencia policial en la población, pero afecta la función del investigador pues es fácilmente identificado por el delincuente.
Un investigador debe mimetizarse con el entorno, pasar desapercibido, pues como investigador no debe ser detectada su presencia si se quieren resultados. Este es un tema cultural que amerita revisión. Otro tema son las Brigadas de Operaciones especiales que por la naturaleza de su trabajo requieren unidades identificadas e indumentaria y armamento especializado.
Para finalizar, hasta que no se supla el número suficiente de funcionarios, que sean capaces de tomar solo los casos que humanamente pueden investigar, cualquier cosa que se haga será inútil. Pero se puede capacitar funcionarios de policías locales para asignarles casos simples como hurtos, lesiones y otros delitos menores, adaptando la legislación para que permita la instrucción de expedientes a estos funcionarios. Dejando al CICPC para delitos mayores.
Cada problema debe ser evaluado, acordadas las formas de solución y comprometernos TODOS en éstas

Comentarios

  1. Este tipo de análisis es el que hace falta. Mi peor aungustia es que al retomar la democracia, se disponga de algún proyecto serio y viable para desmantelar colectivos y hampa, más mafias del oro, drogas, etc. Dudo que la MUD tenga alguno. No sé si alguna Unicersidad. Pero ese proyecto y los recursos para abordarlos debe ser la prioridad

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  2. Excelentísimo, escrito de q carajos pasará aquí en esta vzla, digo está por q es lo q el narcoregimen nos a dejado

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